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CIEDES, OMAU, UNIVERSIDAD DE MÁLAGA, ANALISTAS ECONÓMICOS DE ANDALUCÍA Y AYUNTAMIENTO REALIZAN UN ESTUDIO CONJUNTO PARA DETECTAR LA VULNERABILIDAD DE LOS BARRIOS DE MÁLAGA

El estudio analiza la vulnerabilidad económica, social, territorial y asistencial de la población en 360 barrios y 20 grandes barrios de Málaga
El informe ayudará a enfocar las políticas ambientales, sociales y asistenciales que se han de aplicar en barrios y distritos
Málaga 12 Julio de 2021
La Fundación CIEDES, el OMAU, la Universidad de Málaga, Analistas Económicos de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga han realizado este estudio con el objetivo de conocer las condiciones sociales, económicas, laborales y ambientales en las que vive la ciudadanía para detectar sus necesidades y las demandas presentes y futuras. Las condiciones de vida varían en virtud de las circunstancias de cada familia, pero, como se observa en este estudio, pueden ser extrapolables a los barrios en donde habitan.
Para este trabajo se ha contado con el apoyo económico de la fundación CIEDES, de Unicaja Banco y de la Fundación Bancaria Unicaja, y se han elaborado dos documentos: el Cuaderno 21 del Plan Estratégico de Málaga sobre “Vulnerabilidad y Pobreza en Málaga” y el informe de “Vulnerabilidad de los barrios malagueños”, dentro de una nueva colección de estudios que se mantendrá entre la fundación CIEDES, el OMAU y la Universidad de Málaga .acceso al estudio
Este trabajo es fruto de la colaboración de un equipo multidisciplinar de profesionales y expertos que han analizado los estudios vigentes en materia de pobreza y vulnerabilidad en Europa y España, han seleccionado para Málaga 19 variables –de entre más de 250 posibles–, recogido y geo-referenciado la información, realizado más de 3.000 encuestas directas y construido los índices estadísticos necesarios para poder conocer la vulnerabilidad económica, social, territorial y asistencial que tiene la población de los casi 360 barrios y 20 grandes barrios de Málaga. En este análisis se ha descendido a escala territorial, empezando por el análisis de los 20 grandes barrios de Málaga, y llegando hasta los más de 300 barrios existentes. Con las herramientas estadísticas diseñadas exprofeso se cuenta con información a escala de sección censal de toda la ciudad, de manera que se podrán seguir realizando análisis y estudios específicos en el marco de la nueva colección.
En el trabajo realizado se analiza la vulnerabilidad en cuatro dimensiones: vulnerabilidad demográfica, socioeconómica, asistencial y territorial (donde se incluyen las características medio ambientales y territoriales), y se vinculan con la sostenibilidad urbana.
La desigualdad espacial en Málaga
Las condiciones de desigualdad socioeconómica de la población, su acceso a la renta y el empleo son las que explican en mayor medida la vulnerabilidad global de un municipio, también en el caso de Málaga, donde la población se ha mantenido siempre entorno al 80% de la renta media española.
La situación de vulnerabilidad que se puede observar en los hogares malagueños tiene en gran parte origen en la última recesión económica mundial iniciada en 2008. En Málaga afectó por primera vez en décadas a personas y familias acomodadas o de clase media, frente a otras crisis que sólo acrecentaban las dificultades de sectores más minoritarios y en extrema pobreza.
El estudio destaca que la ciudad no se puede analizar como un territorio único y aún menos pensar en diseñar políticas homogéneas para reactivar las condiciones económicas y sociales necesarias para superar la nueva crisis ocasionada por la pandemia. La radiografía de Málaga muestra una ciudad segregada espacialmente de una manera muy nítida. Históricamente, y hasta principios de los 80, el río Guadalmedina separaba la ciudad en una zona este con actividad económica y social, y otra zona oeste, de barrios vulnerables con problemas de pobreza, marginalidad y falta de actividad económica.
En el momento actual, se mantienen importantes diferencias entre barrios, como los 7 años de esperanza de vida o las tres veces más de renta media por hogar de la Caleta-Limonar frente a la zona de Campanillas; los 10 puntos por encima de intensidad laboral de El Limonar frente al resto de barrios; las variaciones de hasta un 20% de población analfabeta y sin estudios de unos barrios a otros; las viviendas de mayor tamaño en la zona litoral con zonas verdes públicas y privadas mayores en zona Este, Churriana y Bahía de Málaga; o la existencia de índices de vulnerabilidad tres veces menores en Caleta-Limonar frente a otras zonas de ciudad.
1. Dimensión demográfica
Para describir la población de los barrios de Málaga se han empleado cuatro variables que recogen distintos aspectos demográficos, como son: Tasa de dependencia sobre la actividad; Índice de envejecimiento; Soledad en los mayores de 75 años y Esperanza de vida.
En el análisis de la tasa de dependencia en los grandes barrios de Málaga, se observa que los que tienen mayor tasa de dependencia son los dos grandes barrios de la Prolongación (La Unión-Cruz de Humilladero: 58,83% y Mármoles-Carranque: 58,77%) junto a Litoral Oeste: La Paz-Parque Mediterráneo (57,54%), los dos grandes barrios del Litoral Este (Malagueta- Limonar: 56,61% y Palo-Candado: 56,50%) y Litoral Oeste: La Luz-San Andrés (55,01%). Por el contrario, las zonas de Guadalhorce (42,64%) y Teatinos-Guadalhorce (45,81%) son las que presentan menor tasa de dependencia en la población malagueña. El resto de los barrios presentan valores intermedios.
El índice de envejecimiento es más diverso en la ciudad. Este índice muestra la proporción de personas mayores de 64 años que hay en la ciudad respecto a los menores de 16 años, señalando situaciones sociales desfavorables relacionadas con la edad que van a requerir mayores dotaciones y recursos de atención y cuidados. El barrio con mayor índice de envejecimiento de Málaga es el de Prolongación: Mármoles-Carranque, donde se concentran 203 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Le sigue el barrio de Prolongación: la Unión-Cruz Humilladero, con 182,95 mayores de 64 años. Los datos muestran además una mayor concentración de población envejecida en la zona litoral oeste de la ciudad, destacando los barrios del Litoral Oeste: Huelin (160,89), La Paz-Parque Mediterráneo (159,18) y La Luz-San Andrés (144,82). Frente a estos datos, destaca claramente el barrio de Teatinos-Guadalhorce, cuyo índice de envejecimiento se sitúa en valores mínimos, registrándose solo 28,45 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.
A continuación, se analiza la soledad de las personas mayores, a partir del dato de personas mayores de 75 años que viven solas respecto del total de la población. Esta variable emerge como indicador claro de vulnerabilidad, al mostrar las situaciones de falta de autonomía para la vida diaria y de aislamiento social a las que puede llevar la vejez. Los barrios del centro de la ciudad son los que tienen mayores perfiles de población mayor que vive sola con edades superiores a los 75 años, destacando la zona de Prolongación: Mármoles-Carranque (4,08%), seguida de Prolongación: La Unión-Cruz Humilladero (3,71%), Centro (3,55%) y Rosaleda: Trinidad (3,51%). La zona del Litoral Este, a pesar de contar con población envejecida (por encima de 64 años), está en una posición intermedia de este indicador, lo que puede suponer que aún no han llegado a la edad de 75 años o que, como se indicaba al observar el índice de dependencia, estos mayores viven acompañados por otros miembros de las familias que realizan la función de cuidadores/as. Por otro lado, en las zonas residenciales de nueva creación como Teatinos-Guadalhorce, con un dato del 0,56%, y Guadalhorce, con un 0,77%, la estructura familiar muestra mayor capacidad de protección hacia los mayores.
Por último, en el análisis de la dimensión demográfica se tiene en cuenta la variable de esperanza de vida presente en los barrios de Málaga. Con esta variable se refleja la media de edad alcanzada por la población, lo cual supone un indicador de salud relevante para el abordaje de la vulnerabilidad social.
El barrio de Teatinos-Guadalhorce es el que presenta una mejor esperanza de vida, con una media de 86,15 años. Tras él, Prolongación: Portada Alta-San Rafael, Litoral Este: Malagueta-Limonar y Puerto de la Torre se sitúan en torno a los 85 años. El barrio con la esperanza de vida más baja es la zona Centro, con 79,58 años, seguida por Rosaleda y Palma-Palmilla, con 81,15 años. Se produce una diferencia entre el primero al último de 6,57 años, situándose más de la mitad de los barrios por encima de la media española 83,58.
2. Dimensión socioeconómica
Para describir la dimensión socioeconómica de los barrios de Málaga se emplean cinco variables que recogen distintos aspectos, complementarios entre sí, que caracterizan a la población malagueña desde un prisma socioeconómico: Renta del hogar; Privación material; Población mayor de 16 años que es analfabeta o no tiene estudios; Población entre 16 y 65 años inscrita en los servicios públicos de empleo; Intensidad laboral del hogar.
La renta media de los hogares en los barrios de Málaga muestra una gran diferencia entre el Litoral Este-Limonar y el resto del municipio. Le siguen en renta familiar el Litoral Este: El Palo-El Candado, Teatinos-Guadalhorce, el Litoral Oeste: Puerta Blanca-Finca El Pato, y el Puerto de la Torre, superando en todos los casos con creces los 30.000 euros de renta media anual por hogar. Puede constatarse que el gran barrio que presenta menor nivel de renta es Rosaleda: Palma-Palmilla, seguido de otros como Litoral Oeste: La Luz-San Andrés, Rosaleda: Trinidad, Campanillas, y Pedrizas: Ciudad Jardín, todos con valores de renta media por hogar inferior a 24.000 euros.
La variable de privación material hace referencia a la falta relativa de bienes o servicios de los hogares. Las mayores cotas de privación tienen lugar en Litoral Oeste: La Luz-San Andrés, Rosaleda: Trinidad y Pedrizas: Ciudad Jardín, seguidos de Campanillas, y Rosaleda: Palma-Palmilla, que, aunque en orden diferente, coinciden con los cinco barrios con menores niveles de renta media. Esto corrobora la elevada correlación existente entre la carencia monetaria y material.
Por otro lado, la falta de educación ha demostrado ser uno de los principales elementos relacionados con la pobreza y la exclusión social, su persistencia y la transmisión intergeneracional. Por ello se utiliza como variable de referencia el porcentaje de la población mayor de 16 años que es analfabeta o no tiene estudios. Los mayores valores de este indicador se encuentran en Campanillas, donde más de una cuarta parte de los residentes son analfabetos o no tienen estudios, seguidos por Rosaleda: Palma-Palmilla y Litoral Oeste: La Luz-San Andrés. En el plano más positivo, se sitúan Litoral Este: Malagueta-Limonar, y Teatinos-Guadalhorce, con tasas que apenas superan el 4 por ciento. Los datos ponen de manifiesto la conexión estrecha existente entre el bajo nivel educativo y la carencia monetaria y material a lo largo y ancho de la geografía malagueña.
Los ingresos laborales constituyen la principal fuente de renta de la mayoría de los hogares, por lo que es importante analizar el número de demandantes de empleo. La carencia de un puesto de trabajo o la tenencia de un empleo precario supone un elemento esencial para la vulnerabilidad socioeconómica. La variable utilizada hace referencia al porcentaje de la población entre 16 y 65 años inscrita en los servicios públicos de empleo. En relación con el número de demandantes de empleo, las cifras más preocupantes se localizan en Rosaleda: Palma-Palmilla, con más de un 20 por ciento de la población entre 16 y 65 años inscrita en los servicios públicos de empleo, seguido de Campanillas, Litoral Oeste: La Luz-San Andrés, Pedrizas: Ciudad Jardín, y Pedrizas: Segalerva - Olletas, todos con valores superiores al 17 por ciento. Por el contrario, entre los barrios con menores tasas de demandantes de empleo, cabe resaltar las zonas del Litoral Este malagueño, tanto Malagueta-Limonar como El Palo-El Candado.
Otro de los factores a tener en cuenta es la intensidad laboral del hogar, que mide el porcentaje de los miembros del hogar disponibles para trabajar que trabajaron en 2019. Los barrios que presentan peores registros en cuanto a intensidad laboral son Pedrizas: Ciudad Jardín, y Litoral Oeste: La Luz-San Andrés, en consonancia con otros indicadores socioeconómicos; si bien, le siguen barrios como Puerto de la Torre, Litoral Oeste: Huelin, y Pedrizas: Segalerva-Olletas. En el otro extremo, destaca Guadalhorce, con una intensidad laboral media superior al 95 por ciento, junto con Churriana-Bahía Málaga, Prolongación: Mármoles-Carranque, Teatinos-Guadalhorce, y Litoral Este: Malagueta-Limonar, superando todos ellos también la cota del 90 por ciento.
3. Dimensión asistencial
En este apartado se valoran 3 variables: Personas atendidas; Necesidades detectadas de integración social; y Recursos aplicados para la atención de necesidades de subsistencia.
El porcentaje de la población atendida por los Servicios Sociales de Atención Primaria representa un indicador claro de vulnerabilidad, midiendo la cantidad de hogares de la ciudad cuyos miembros se han visto en la necesidad de acudir a los centros de servicios sociales comunitarios.
El gran barrio Palma-Palmilla es el que alcanza la mayor concentración de personas atendidas. El 21,33% de la población es usuaria de los servicios sociales, es decir, una de cada cinco personas ha requerido de sus prestaciones y recursos. Le siguen la zona de Campanillas, con un 16,55%, en la que se encuentran núcleos de gran carga asistencial como Asperones II y Castañetas, y la zona de Trinidad, con un 15,62%, donde el perfil demográfico más envejecido también explica la presencia de mayor necesidad social en la población. Los valores menores se encuentran en Malagueta-Limonar (2,54%); Churriana-Bahía Málaga (4,74%); Teatinos-Guadalhorce (6,06%) y Puerta Blanca-Finca el Pato (6,46%), representando grandes barrios en los que las personas residentes han mostrado en menor medida situaciones de vulnerabilidad social. El resto de los grandes barrios concentran porcentajes de población usuaria de servicios sociales entre el 8% y el 14%.
Otro de los factores a analizar es la dificultad para la integración social, escolar y laboral, analizado a través de las necesidades detectadas en los Servicios Sociales Municipales.
Los vecinos de la Trinidad son los que presentan mayores necesidades de integración social, con el valor máximo de la ciudad situado en el 1,07%. Le siguen los grandes barrios de Palma-Palmilla y Campanillas (1,04%) y la zona Centro (1,03%). Por el contrario, son menos las necesidades que se presentan en la población de Churriana-Bahía Málaga (0,02%) y la Malagueta-Limonar (0,09%).
La tercera variable, recursos aplicados para atender necesidades de subsistencia de la población usuaria de los servicios sociales, analiza los recursos percibidos por la población tales como ayudas económicas públicas periódicas, de pago único y ayudas que implican alimentación. Los valores de esta variable según barrios de Málaga muestran que los grandes barrios con mayor número de recursos aplicados para atender necesidades de subsistencia en la población han sido Palma-Palmilla (1,5%), Campanillas (1,41%), El Palo-El Candado (1,38%) y La Unión-Cruz Humilladero (1,33%).
4. Dimensión territorial
Se considera en esta dimensión la conjunción de variables que pueden hacer a un territorio más o menos vulnerable, siendo las seleccionadas: Altitud; Orientación; Torrencialita; Diferencias térmicas sobre temperatura máxima; Zonas verdes por habitante; Índice de Accesibilidad; y tamaño medio de la vivienda.
El análisis por barrios de orientación y altitud confirma la idea de que los barrios situados a pie de monte y en el interior cuentan con mejores condiciones climáticas, con la excepción del Litoral Este, que al estar la ciudad diseñada sobre las colinas que llegan hasta el eje costero, prácticamente todos los barrios cuentan con buena orientación y elevada altitud.
Respecto a la torrencialidad, se observa cómo los barrios que se ven más afectados por efecto de lluvias extremas son los de la margen derecha del Guadalmedina (y algunos de la izquierda en la parte alta) y los de la izquierda del río Guadalhorce. Estas zonas cuentan con importantes arroyos, muchos de ellos encauzados, pero ante fenómenos extremos las redes actuales no tienen suficiente capacidad para acoger el caudal natural de los arroyos y los derivados por el sistema de alcantarillado.
En referencia a las zonas verdes por habitante, públicas y privadas, los grandes barrios centrales están peor dotados que las zonas exteriores. Sin embargo, la zona oriental de la capital posee una de las mejores condiciones desde el punto de vista ambiental y territorial. Así, aquellos grandes barrios cuyo tamaño medio del hogar se sitúa por encima de los 150m2, están ubicados en áreas residenciales, fundamentalmente en el Litoral Este y Puerto de la Torre-Atabal. Las viviendas que poseen un tamaño inferior a 80 m2 se ubican en los grandes barrios obreros de expansión de la ciudad en los años 60-70, como Puerta Blanca- Finca el Pato, La Luz-San Andrés o La Paz-Parque Mediterráneo. Las viviendas de tamaño medio se sitúan en el Centro y en el eje de expansión de los años sesenta de la Prolongación de la Alameda y Suárez-Carlos Haya, con su posterior extensión hacia Teatinos.
5. Indicador sintético global y por dimensiones en grandes barrios
El estudio ha elaborado un índice sintético para cada una de las 4 dimensiones analizadas y un indicador global de Vulnerabilidad (con igual peso para cada dimensión). A más valor de los índices mejor situación hay en el gran barrio, por tanto, menos vulnerabilidad existe.
El gran barrio de Malagueta-Limonar, que ocupa la primera posición en escasa vulnerabilidad global, también ostenta esta posición para los índices de vulnerabilidad socioeconómica y asistencial, pero desciende al tercer puesto en vulnerabilidad territorial y al 9º en vulnerabilidad demográfica.
De igual manera, el gran barrio más vulnerable, La Unión-Cruz de Humilladero, por vulnerabilidad demográfica y territorial se mantiene en el puesto 19, pero asciende al puesto 14 en vulnerabilidad socio económica y al 15 en asistencial.
Hay grandes barrios que sorprenden por la disparidad entre los tipos de vulnerabilidad, como Palma-Palmilla que ocupa el puesto 19 en el índice global con gran vulnerabilidad asistencial (20º) y socio económica (19º), pero que tiene reducidos problemas de vulnerabilidad territorial (8º) y demográfica (8º).
Otros están mucho más equilibrados, como Teatinos-Guadalhorce, que ocupa el segundo puesto en vulnerabilidad global, y todos sus índices están entre las 4 primeras posiciones.
En relación con la dimensión demográfica, los barrios Prolongación: La Unión-Cruz de Humilladero y Prolongación: Mármoles-Carranque son los más vulnerables desde el punto de vista demográfico, mientras que en el extremo opuesto se sitúan Teatinos-Guadalhorce y Guadalhorce.
Los barrios que presentan mayor vulnerabilidad socioeconómica y laboral son Litoral Oeste: La Luz-San Andrés, Campanillas, Pedrizas: Ciudad Jardín y Rosaleda: Palma-Palmilla.
Frente a éstos, hay barrios con situaciones mucho más favorables, entre los que destaca especialmente Litoral Este: Malagueta-Limonar, así como Teatinos-Guadalhorce, y Churriana-Bahía Málaga, cuya realidad dista mucho respecto a los barrios más azotados por la vulnerabilidad socioeconómica.
Desde el punto de vista asistencial, los barrios de Rosaleda: Palma-Palmilla y Campanillas son las más vulnerables, en contraposición a los barrios de Churriana-Bahía Málaga y Litoral Este: Malagueta-Limonar.
Otro patrón bien diferente se define desde el punto de vista territorial. Son las zonas menos vulnerables toda la zona oriental, el Puerto de la Torre (El Atabal) y la zona de expansión reciente de Teatinos. Por el contrario, son más vulnerables territorialmente las zonas más planas, situadas en las proximidades de los dos sistemas de drenaje y la zona occidental.
En relación con el índice de vulnerabilidad global, el indicador revela que los grandes barrios de la margen izquierda del Guadalmedina son los más vulnerables, seguidos por Centro, La Luz y Campanillas. En el extremo opuesto se sitúan los barrios de Teatinos, Litoral Este: Malagueta-Limonar, seguidos por Churriana-Bahía Málaga, Guadalhorce y Puerto de la Torre.
Este trabajo ha sido coordinado por Elena Bárcena- Martín, María del Carmen García- Peña, Pedro Marín Cots, Julián Molina Luque, Macarena Palomares Pastor, José Damián Ruiz Sinoga, Y ha sido realizado por, Rafael Arredondo Quijada, Juan Antonio Bermúdez García, Francisca García Pardo María de las olas Palma García, Salvador Pérez Moreno, Juana María Rabelo Maldonado, Carmen Ramos Díaz, Dolores Ruiz Segura, José Vega Fernández.